jueves, 26 de abril de 2012

Microbio portado por las mujeres


Cuando hube llegado a Francia y después, al ver en plena campaña como se sucedían los hechos de amor, me reía y reían mis camaradas cuando les comenté la causa que motivaban los enamoramientos, sin importar nacionalidad ni bandos.

Es un algo que al menos en el área que me correspondía nunca vi abusos, quizás porque ya estábamos en retirada, en cambio si supe de atrocidades que hicieron los aliados en contra de las mujeres que cometieron el “pecado” de enamorarse de nuestros camaradas.

Tiempo después al estar ya en mi Patria se lo comenté a una persona y tuve el gusto de ver plasmado parte de lo siguiente en una película mexicana.

Microbio portado por las mujeres

Desde tiempo inmemorial se ha detectado que la mujer es portadora de un microbio al que los filósofos llamaron sexapilococo, el cual fue corroborado por los primeros médicos; confirmado por mucho tiempo y a la fecha olvidado por ser ya parte de la humanidad.

La mujer contiene por naturaleza sensualidad, cada movimiento, su gracia, cada ademán, su voz, al hablar, con todo ello irradia y envía sensualidad. Lo hace aún sin proponérselo, con una sonrisa, con un ademán, con un movimiento o con un acto tan sencillo y simple como el cruzar una pierna.

Los antiguos sabios al estudiar la sensualidad, descubrieron que la ocasiona un microbio al que llamaron sexapilococo. Es un microbio, por naturaleza, propio de las mujeres.

Este microbio es fatal para el hombre pues provoca en él la sexapilofibrosis y en caso grave, la mortis sexapilitis.

Al ser contagiado el hombre, le produce amorcoco derivando en seguida en amorcitis fatalis cronicus, que es una fiebre maligna, fatal, para la libertad del hombre, quien en su delirio – debida a la fiebre - ve en ella a una hermosa hembra, la ve como el tipo de mujer que todo hombre anhela. La ve hermosísima, mucho mas que un rayo de luna filtrado en la espesura de la selva, o como cuando se filtra por las hojas de las Ceibas. O como el agua pura recién filtrada por la tierra. Su risa le encanta, su voz le fascina, su presencia le emociona, su silueta le cautiva. Se derrite totalmente. Nada es ya igual después de estar bajo el efecto del amorcitis fatalis cronicus.

El único antídoto eficaz para combatir el citado microbio es la matrimoniocilina, aplicada la dosis por única vez. Después de dicha aplicación deberá el hombre ser tratado hogaris clínicatum add perpetuam, hasta que la muerte se apiade de él.

En caso de no surtir efecto la matrimoniocilina, el hombre queda expuesto al libertus amorcitis ya que el sexapilococo queda en estado crónico y fortalecido, pasando el citado microbio al grado fatalis crónicus.

Remedio o tratamiento médico

El tratamiento infalibe para curar al hombre cuando este ha adquirido el amorcitis fatalis cronicus consiste en aplicar dosis constantes y en grandes cantidades de sensualidad para lograr que ame y quiera en grado máximo a su mujer.

Aún las más grandes tragedias tienen su bis cómica

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