miércoles, 15 de agosto de 2012

Sac- Nicté 2

Parte dos (de dos)
 
Al continuar platicando con el Principe Maya, tocamos el tema de el gran Canek y como estabamos recorriendo Chichén-Itzá, vino a mi mente el recuerdo de mi princesa Sac-Nicté (les recuerdo que los nombres no deben traducirse), ¡Ah, mi bella princesa!. No pude menos que lanzar un hondo suspiro, a la vez que el encanto de ésta porción de tierra - al estar sentado - lanzó a mi mente lo que a continuación relato.
 
Hace muchos años esta región “El Mayab” (La tierra de los elegidos), estaba poblado por los Mayas y es allí donde nació hace mucho tiempo, la Princesa de mi relato, esto sucedió cuando la estrella de la mañana (lucero de la vida) se juntó con el sol en Mayapán, siendo hija del Rey Hunac-Cel. Esta ciudad  estaba en todo su apogeo; la paz era el fruto de una inteligente política. Uxmal, Chichén-Itza y Mayapán progresaban en todos los órdenes. En ese mundo vivió Sac-Nicté.
 
En Chichén-Itza gobernaban los señores Canek, el Príncipe heredero iría a ser coronado Rey, al cumplir los 21 años, después de una ardua preparación. A esa edad conoció – en Itzmal - a la princesa quien tenía entonces 15 años, ambos se enamoraron a primera vista. Fue ahí en donde se decidió el destino de la tierra de los elegidos, ya que la Princesa Sac.Nicté de Mayapán estaba por casarse con el Principe Ulil heredero al trono de Uxmal.
 
Tres días después, cuando todos estaban en sus respectivos reinos, a Chichén-Itza llegó la invitación para el Príncipe Canek por parte de los Reinos de Mayapán y de Uxmal, para asistir a la boda de los príncipes anteriormente citados. Canek, se quedó triste, con una gran mezcla de sentimientos encontrados, estaba por decidirse por un lado la grandeza del Mayab o la grandeza de un amor, cuando de repente se le presentó un embajador solitario que le dijo: ¡ Tu Sac-Nicté espera entre verdes hojas! ¿dejarás que otro la corte para sí?, desapareciendo de inmediato.
 
En Uxmal se hicieron los preparativos, hasta allá llegaron los Señores de Mayapan, de Chacnohuothán, de Xibalbá, de Copán, de Nachacaán, pero no llegaba la comitiva de Chichén-Itza, el principal aliado. En vano lo esperaron por tres días, al término de los cuales se iniciaron las fiestas, no sin un dejo de tristeza.
 
En eso estaban cuando, de improviso se presentó el Príncipe Canek, acompañado de un selecto comando (grupo de tropa), dirigiéndose al altar, arrebató y robó a Sac-Nicté, saliendo de inmediato en huida, aprovechando los instantes en que el Principe Ulil quedó paralizado por la sorpresa y que el pueblo por estar festejando no se percató del ultraje.
 
Al reaccionar el Príncipe Ulil, ordenó detenerlos, pero sus guardias estaban desarmados por tratarse de las fiestas; de inmediato sonaron los caracoles de alarma y en momentos, se inició la persecución, no lograron darles alcance, pues el comando de Chichén-Itza, estaba muy bien preparado. Ese día se decidió el destino del Mayab, la Alianza quedó deshecha. No se derramó ni una sola gota de sangre, se utilizó una estrategia militar (a nivel mundial) hasta la fecha no igualada y mucho menos superada.
 
Mayapán y Uxmal, se dieron a la tarea de castigar al ultrajador, pero.......Chichén-Itzá, que vivía su segunda gran etapa, se preparaba a abandonar todo, para apoyar a su Rey y el gran amor que daba esplendor a su reino, así las cosas, los Itzaes abandonaron su Ciudad y se llevaron todo, para volverse a establecer en otras tierras. Todos adoraban a sus Reyes Canek y Sac-Nicté, quienes los guiaron hacia un lugar llamado Petén en donde fundaron un nuevo imperio.
 
Mientras tanto los ejércitos de Uxmal y Mayapán llegaron a la abandonada Chichén Itzá, dándose cuenta de que la Ciudad estaba desierta, sólo acertaron quemar las moradas de los Itzaes, dejando solo los Palacios y los Templos.
 
Chichén-Itza quedó muerta, hasta la fecha, sacrificada por el amor de los Príncipes Canek y Sac-Nicté.
 
Hasta ahí me asaltaron las imágenes y memoria de esta gran ciudad.
 Año de 1949
¿A quién fue dada a conocer la raíz de la sabiduría
Y quien conoció sus artificios?
 

domingo, 5 de agosto de 2012

Sac-Nicté


Parte uno (de dos)

Por fin he regresado a México, después de sortear varios peligros, le he dado gracias a Dios otra vez por permitirme llegar a mi Patria, ya solo me falta llegar a la Capital, la Muy Noble y Leal Ciudad de Meshijó Tenochtitlan Anahuac. Conocida comunmente como  México
Al estar en la República Mexicana, por cada uno de sus rincones, se respiran leyendas, historias y páginas llenas de gloria; lo que también abunda en todo ello, son los romances.

Al entrar por el Estado de Yucatán (La tierra del faisán y  del venado), platiqué con el príncipe heredero de dicha cultura, quien aún ahora todavía conserva y por qué no decirlo, se le ha acentuado ese aire de Majestad de la verdadera Sangre Real, Aristocracia de Sangre la que unos esquiroles han querido borrar de nuestro hermoso, romántico y legendario México.

Recordé que en mis tiempos de juventud, cuando mi corazón apenas empezaba a sentir realizado el sueño de la aventura, cuando hube cumplido los requisitos de mi familia, en preparación total, para lanzarme a la aventura romántica de conocer México por todos sus rincones; al ir caminando al atardecer por los caminos del Mayab, caminaba sólo y en meditación, escuchando el canto del pájaro y el rugido del tigre, mas no me detuve, muchos eran y fueron mis acompañantes, para bien y para mal, pero el Pujuy, el ave que guía a los caminantes, sólo a la hora del crepúsculo se hace presente; se paró al frente mío, continué caminando, el Pujuy extendió sus anchas alas sacudiéndolas a la vez que lanzó su grito ¡pujuy!, volando unos metros, retrocediendo, volviendo a pararse frente a mi.

Así continuamos hasta caer la noche, de repente, el Pujuy voló alejándose para no ser visto mas, quizás pensó que su misión había terminado o quizás el destino así lo marca. Seguí caminando en silencio, sin detenerme, pues así fui advertido y preparado para lo aún mas fuerte - ¡Xtabay!.

Esta hermosa hembra, es el tipo de mujer que todo hombre anhela y que no encuentra nunca. Quizás la encontramos en la vida pero por lo mismo la rechazamos sin darnos cuenta,  está marcado que en el amor no debe haber perjurio (deben cumplirse los juramentos), ni odio, porque puede suceder lo que aconteció a Copán, hiriendo así a nuestro corazón, de por vida.

Es hermosísima, mucho mas que un rayo de luna filtrado en la espesura de la selva, o cuando se filtra por las hojas de las Ceibas. O como el agua pura recién filtrada por la tierra. Su risa nos encanta, su voz nos fascina, su presencia nos emociona, su silueta nos cautiva. Nada es ya igual después de conocerla.

Se dice que: ¡ay de aquél a quien le sale al paso! Pues es cuando se le mira, cuando se siente el deseo de seguirla y peor aún cuando ella dice: ¡ven, ven!, todo hombre así, no resiste y se lanza en seguimiento de ella. Pero Xtabay escapa como si fuese ave. Nada se vuelve a saber de quien la haya visto.

El hombre que armado de valor, quiere conocerla y perderse con ella, jamás le contesta.

Al altivo, al arrogante, que piensa en poder conquistarla, se le aparece, le pide  que la siga para finalmente dejarlo preso entre las raíces de las Ceibas, quedando para siempre en esas tierras, sin deseos de salir de ese mundo. Pues sólo existe Xtabay para ellos.

Después de caminar y caminar por años, la conocí y quedé prendado de ella, pero el recuerdo de los consejos y por mi propio deseo, dí cumplimiento a mi juramento, un juramento del cual no sé hasta la fecha si es que estoy arrepentido o no, lastimando así de por vida a mi corazón y a mi Alma; todo eso provoca Xtabay, ¡mi Xtabay!; supe, tiempo después,  que también ella resintió con gran dolor mi ausencia.

Amigo lector, ¡haga memoria y se dará cuenta que Ud. también conoció a Xtabay!
Mérida, México. año de 1949

Continuará en parte 2.

Como sol que se levanta en las alturas del Señor
Es la belleza de la mujer buena en su casa ordenada