lunes, 5 de octubre de 2020

Alvar Núñez Cabeza de Vaca

Miércoles 12 de Agosto de 2020

Alvar Núñez Cabeza de Vaca

Por: Ing. Federico Juárez Andonaegui

Este gran expedicionario español fue nieto de Don Pedro de Vera descubridor de las Islas Canarias. Probablemente nació en 1500.

El 17 de Junio de 1527 en el Puerto de Sanlucar de Barrameda, zarpan 5 bergantines con 600 hombres a las ordenes del Gobernador Don Pánfilo de Narváez. Alvar Núñez Cabeza de Vaca iba como Tesorero y Alguacil Mayor de la Armada. Arribaron a la Isla de Santo Domingo en donde Pánfilo Narváez compró un sexto bergantín y enfilaron con rumbo a Santiago de Cuba. En Cabo de Santa Cruz, ordena el Gobernador Pánfilo que Alvar y el Capitán Pantoja y 98 tripulantes vayan a la Trinidad por bastimentos en dos navíos, quedando solo cuatro navíos en Cuba.

Al llegar a la Trinidad, anclaron para enviar gente a conseguir bastimentos. Sabían que era un mal puerto en donde muchas naves se habían perdido. Pero aún así obedeció la orden del Gobernador.  Al poco rato recibió invitación de un vecino y muy a su pesar dejó a los dos barcos. Una hora después de que Alvar había desembarcado, se desató una terrible tempestad que ya no permitió alguna maniobra a los tripulantes de los barcos.

En tierra, era tan fuerte el viento que caminaban en grupos de 7 u 8 personas para que no se los llevase el viento. Alcanzaron a refugiarse en una cueva y al día siguiente al amainar el tiempo bajaron a la playa, encontrándose con la novedad de que los navíos estaban destruidos y ni un solo sobreviviente. De los 100 hombres, quedaron solo 30. En tierra todo quedó arrasado y por lo mismo ya no pudieron obtener víveres. A los pocos días el gobernador llegó con los restantes navíos en su búsqueda.

De este punto fueron a invernar a Xagua (en Santo Domingo), en donde el Gobernador Don Pánfilo compró otra nave y con las 5 naves zarparon con rumbo a la Florida. Al arribar, vieron que eran tierras muy pobres, por lo que Don Alvar no era partidario de desembarcar para fundar algún poblado, así lo expresó en la junta a la que fueron convocados los Capitanes, pero para cumplir la orden de fundar algún poblado, desembarcaron con la idea de internarse y encontrar algo mejor.

Esta expedición fue en extremo peligrosa y penosa, pasaron hambres, fatigas y trabajos. Los jefes eran el Gobernador y Don Alvar. Los nativos eran muy pobres. Los seminolas los acosaron sin darles reposo; a grado tal que perdieron contacto con las naves y solo quedaron Don Alvar, Dorantes y Estebanico. Pronto quedó solo Don Alvar quien perdió la noción del tiempo, se asimiló con los nativos, en donde tuvo que hacerla de Médico, para curar a enfermos y salvar de éste modo su vida, hizo un extraordinario recorrido, sin él saberlo, fue una verdadera epopeya su vida en esos lares. Ahora se sabe que cruzó desde la Florida, hasta llegar a Sinaloa pasando por Texas, Chihuahua, Sonora y parte de Sinaloa, hasta encontrar un poblado habitado por cristianos. Se enteró con sorpresa que había durado ocho largos años su aventura.  

Al recuperarse, de inmediato se dirigió a la Muy Noble y Leal Ciudad de México, Capital de la Nueva España para después dirigirse a Veracruz, zarpando de dicho puerto con destino a España. Siendo en alta mar lograron escapar de unos piratas llegando por fin a España en 1537, ¡después de diez años!  

Pasados tres años, en 1540, Su Majestad encargó otra misión a Don Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, se le dio el mando de cuatros navíos, con nombramiento de Adelantado y Gobernador del Río de la Plata, con el fin de salvar a los hombres de Don Pedro de Mendoza, a la postre habitantes del Río de la Plata. Zarpó en Noviembre de 1540.

Una anécdota importante es que en una ocasión se durmió el piloto y cuando la nave ya se iban a estrellar contra unos arrecifes, fueron despertados por el canto de un grillo que llevaba un soldado, al darse cuenta del peligro, el piloto maniobró salvándose de ésta manera. Desembarcaron en la Costa de Brasil, para llegar por tierra a un estuario del Paraná en donde se le unieron los bergantines que enviaron por ellos, juntos llegaron al Río de la Plata.

Para apaciguar la región incursionó en Paraguay, Chaco Central y Chaco Boreal, se internó por el Matto Grosso que era inexpugnable en esa época. En todos los rincones impartió justicia, concilió y castigó a su gente cuando abusaban de los nativos.

En 1543 un incendio destruyó la ciudad, desaparecieron mas de 200 casas y se destruyeron 5 mil fanegas de maíz. Con su propia hacienda sufragó los gastos de reparación de la Ciudad; pero hubo gente que se confabuló contra su buen gobierno, ellos fueron Domingo de Irala, Alonso Cabrera y Garci-Venegas, quienes en un golpe de estado lo apresaron, bajo cargos falsos; fue encerrado en una mazmorra por largos meses, la gente se fue dando cuenta de la mentira y comenzó a sublevarse, fue entonces que decidieron enviarlo sigilosamente con destino a España.

Durante la travesía los agarró un mal tiempo que coincidentemente se calmó cuando sus custodios Alonso Cabrera y Garci-Venegas pidieron perdón a Don Alvar y le confesaron que todo era mentira, sin embargo al llegar a España fue apresado, encerrado en prisión y enviado en destierro a Orán, mientras tanto Garci-venegas murió al saltársele los ojos y Alonso Cabrera se volvió loco.

Don Alvar quedó libre, al apelar la sentencia y se le otorgó una pensión de dos mil ducados en Sevilla, en donde ejerció la primacía del Consulado.

La fecha de su fallecimiento no se ha precisado aún, solo se sabe que murió debido a lo ya débil de su organismo y en medio de pobreza. Su vida se convirtió propiamente en una leyenda y por las aventuras vividas, su nombre quedó inscrito como una persona de gran voluntad y decisión, con hazañas no igualadas por expedicionario alguno.

Bibliografía
1.- Naufragios y Comentarios. Alvar Núñez Cabeza de Vaca
2.-  La relación del Capitán Hernando de Rivera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario